Mostrando entradas con la etiqueta Reflexión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reflexión. Mostrar todas las entradas

domingo, 3 de agosto de 2014

Llamada Despertadora.

Y es sin duda una realidad que, la mayor parte del tiempo, el ser humano necesita de un evento de gran magnitud para abrir los ojos ante la errónea manera de vivir que ha estado llevando. Una "llamada despertadora" que nunca fue programada, y que aunque volcara tu mundo de cabeza te das cuenta que, de cierta forma, la necesitabas.

Hoy brindo por aquellos efímeros momentos de claridad, aquellos que pensaron serían eternos y terminaron muriendo al final del día. Brindo por esos relámpagos de entendimiento, que desaparecieron junto a la tormenta que los produjo. Estos fueron visión de lo que sabía podía ser y vivir, solo que aún no era el momento. 

No quiero darle una pinta de molesta positividad a los eventos desafortunados, no quiero causar el tipo de incómoda sensación que esto provoca a algunas personas, sin embargo sí quiero afirmar que "No hay mal que por bien no venga"

Si encuentran un mal que no traiga nada positivo, por más mínimo que pueda parecer, entonces refuten ésta afirmación y a quienes la siguen repitiendo. A mis infortunios sigue aplicando, pues cuando no le busco la más mínima pizca de positividad, la misma siempre salta a la vista.

De todas formas, las cosas que aprendí de mis tantas malas experiencias acumuladas, lograron llenar un baúl que aún no transformaba mi estilo de vida; dichas enseñanzas se hicieron parte de mis días y de mi aún inmutable forma de vivir. Y es así, aprendes y sigues, hasta que sin esperarlo llega, ese vuelco a lo conocido, a lo rutinario, a tu desconectado día a día.

Lo recibí, sin entenderlo, sin que fuera justo, sin que me agradara para nada. Recibí malas noticias, una bala perdida, un rayo sin indicios de tormenta, un puñal por la espalda... todo así, medio narcoléptico, medio migraña sin aura.

Y al fin se ha hecho permanente, el entendimiento de que es mi deber hacer lo que siento, ser como quiero, abrir los ojos mientras pueda seguir haciéndolo, actuar, disfrutar del poco tiempo que me regalan en la tierra, estar consciente de lo breve de mi existir, hacer que valga la pena. Es momento de arriesgar y abrir mi corazón, sin alarmas contra incendio, contra robo; vivir sin miedos, que nada me frene o reprima. Solo ser. Priorizar. Al fin.

jueves, 8 de mayo de 2014

Socialmente Incorrecto.

El ser humano es un ser simple y complejo, todo a la vez. 
Y la mayor parte del tiempo es ser simple lo que le resulta más difícil. 


Cada ser debería, hasta cierto punto, regirse por sus deseos. Sin embargo, ante este enunciado surge la pregunta ¿exactamente hasta qué punto es correcto el regirse por los deseos, y quién determina dicho punto/línea exacta? 

Nos negamos a nosotros mismos cada vez que decidimos complacer un ideal de nosotros y no a nuestro verdadero yo. Es cierto que nos han civilizado y entendemos que las cosas no siempre serán como deseamos, además de que hemos aprendido a controlar esa dimensión primitiva que poseemos, pero quiero enfocarme más a nivel personal y en esos deseos maduros que aún así reprimimos. La mayoría del tiempo sabemos lo que queremos, muy pocas veces nos atrevemos a perseguirlo. 

Los ejemplos abarcan desde lo muy simple -quiero comerme una segunda porción de pastel, pero no lo hago porque mis compañeros me miran y pensarían que soy una glotona o que no tengo qué comer en mi casa-, hasta lo más complejo y que envuelve otras personas -ya no amo a mi pareja, pero como tenemos varios años juntos y hemos hecho planes, no quiero que ni esa persona ni nuestros allegados piensen mal de mi, antes que eso seré infeliz-. Ahora, es menester detenernos a pensar: ¿Para eso se nos ha regalado el tiempo y ésta sola vida? Sinceramente no lo creo.

Siempre fui una de abogar por hacer las cosas "bien" y ser moralmente correcta, pero en el transcurso de esa tarea/misión, me di cuenta que bajo esas reglas se termina haciendo demasiadas cosas que van en contra de quien se es sólo para encajar en los estándares de "correcto" que impone la sociedad. Correcto es ser tú mismo, mientras nunca tengas intención de dañar a otros seres, mientras persigas ser feliz y servir al propósito que sientes fuiste enviado a servir. Correcto es ser feliz. 

Nadie es perfecto. Muchos fingen serlo, y esos son los que al final están más dañados, más tristes, más pobres de espíritu, más lejos de la verdad, más lejos de la imperfecta perfección. Se imperfecto, pero se tú mismo. Se "socialmente incorrecto" mientras seas personalmente correcto, ¿no está la sociedad al borde de un abismo de todos modos?, ¿por qué echarse a perder en masa?

Nadie que te aprecie de verdad, cuestionará tu búsqueda de la felicidad.
Nadie que te ame de verdad, te negará la oportunidad de encontrar la felicidad.
Nadie que te quiera de verdad, querrá ser obstáculo entre tú y tu felicidad.

Muy pocos te pondrán primero, y a muy pocos pondrás primero. Pero son esos los que nunca querrán verte ser de otra forma que no seas tú, y es a esos que siempre debes apreciar y dejar ser cómo son. La vida es así de bella, así de simple. Ama a los demás como son y no como quisieras que sean, deja a los demás ser feliz a su manera y no como quisieras que lo sean. Y nunca olvides hacerlo tú también, creo que de eso se trata o esa es la idea. 


miércoles, 28 de agosto de 2013

To say: It has been so wonderful.

As any other recently graduated young person, I think about the future and the next step that will take me closer to what/where I aim to be in that future... I worry, I over-think, I return to a confidence state of mind and it all becomes a cycle. All of this is normal. 
Anyway, before facing the "real world" as graduates we all expect a major revelation, some kind of marvellous  set of words put together to kind of reassure us everything will be ok... instead we get some random person talking about their big achievements as if being read an extremely pompous resume (at least that's what I got), in the end graduation speeches are all pointing to professional development, to how we should set goals and pursuit them. Great, we all want to take the bull by the horns.. but sometimes we tend to forget about really important things in the process. 
Thanks God (and social networks) some great people, with maybe miles of years and life experiences ahead of us, are trying to reach us with lots to say and some amazing advices that will change our lives for the better. This is an example, George Saunders (professor and writer) delivered the 2013 graduation speech at the Syracuse University, and believe me, you have to read it (AND in case you're not a huge fan of long reads, I won't let you use it as an excuse to miss this, I found the video! =P). 
.            .          .
Down through the ages, a traditional form has evolved for this type of speech, which is: Some old fart, his best years behind him, who, over the course of his life, has made a series of dreadful mistakes (that would be me), gives heartfelt advice to a group of shining, energetic young people, with all of their best years ahead of them (that would be you).
And I intend to respect that tradition.
Now, one useful thing you can do with an old person, in addition to borrowing money from them, or asking them to do one of their old-time “dances,” so you can watch, while laughing, is ask: “Looking back, what do you regret?”  And they’ll tell you.  Sometimes, as you know, they’ll tell you even if you haven’t asked.  Sometimes, even when you’ve specifically requested they not tell you, they’ll tell you.
So: What do I regret?  Being poor from time to time?  Not really.  Working terrible jobs, like “knuckle-puller in a slaughterhouse?”  (And don’t even ASK what that entails.)  No.  I don’t regret that.  Skinny-dipping in a river in Sumatra, a little buzzed, and looking up and seeing like 300 monkeys sitting on a pipeline, pooping down into the river, the river in which I was swimming, with my mouth open, naked?  And getting deathly ill afterwards, and staying sick for the next seven months?  Not so much.  Do I regret the occasional humiliation?  Like once, playing hockey in front of a big crowd, including this girl I really liked, I somehow managed, while falling and emitting this weird whooping noise, to score on my own goalie, while also sending my stick flying into the crowd, nearly hitting that girl?  No.  I don’t even regret that.
But here’s something I do regret:
In seventh grade, this new kid joined our class.  In the interest of confidentiality, her Convocation Speech name will be “ELLEN.”  ELLEN was small, shy.  She wore these blue cat’s-eye glasses that, at the time, only old ladies wore.  When nervous, which was pretty much always, she had a habit of taking a strand of hair into her mouth and chewing on it.
So she came to our school and our neighborhood, and was mostly ignored, occasionally teased (“Your hair taste good?” – that sort of thing).  I could see this hurt her.  I still remember the way she’d look after such an insult: eyes cast down, a little gut-kicked, as if, having just been reminded of her place in things, she was trying, as much as possible, to disappear.  After awhile she’d drift away, hair-strand still in her mouth.  At home, I imagined, after school, her mother would say, you know: “How was your day, sweetie?” and she’d say, “Oh, fine.”  And her mother would say, “Making any friends?” and she’d go, “Sure, lots.”
Sometimes I’d see her hanging around alone in her front yard, as if afraid to leave it.
And then – they moved.  That was it.  No tragedy, no big final hazing.
One day she was there, next day she wasn’t.
End of story.
Now, why do I regret that?  Why, forty-two years later, am I still thinking about it?  Relative to most of the other kids, I was actually pretty nice to her.  I never said an unkind word to her.  In fact, I sometimes even (mildly) defended her.
But still.  It bothers me.
So here’s something I know to be true, although it’s a little corny, and I don’t quite know what to do with it:
What I regret most in my life are failures of kindness. 
Those moments when another human being was there, in front of me, suffering, and I responded…sensibly.  Reservedly.  Mildly.
Or, to look at it from the other end of the telescope:  Who, in your life, do you remember most fondly, with the most undeniable feelings of warmth?
Those who were kindest to you, I bet.
It’s a little facile, maybe, and certainly hard to implement, but I’d say, as a goal in life, you could do worse than: Try to be kinder.
Now, the million-dollar question:  What’s our problem?  Why aren’t we kinder?
Here’s what I think:
Each of us is born with a series of built-in confusions that are probably somehow Darwinian.  These are: (1) we’re central to the universe (that is, our personal story is the main and most interesting story, the only story, really); (2) we’re separate from the universe (there’s US and then, out there, all that other junk – dogs and swing-sets, and the State of Nebraska and low-hanging clouds and, you know, other people), and (3) we’re permanent (death is real, o.k., sure – for you, but not for me).
Now, we don’t really believe these things – intellectually we know better – but we believe them viscerally, and live by them, and they cause us to prioritize our own needs over the needs of others, even though what we really want, in our hearts, is to be less selfish, more aware of what’s actually happening in the present moment, more open, and more loving.
So, the second million-dollar question:  How might we DO this?  How might we become more loving, more open, less selfish, more present, less delusional, etc., etc?
Well, yes, good question.
Unfortunately, I only have three minutes left.
So let me just say this.  There are ways.  You already know that because, in your life, there have been High Kindness periods and Low Kindness periods, and you know what inclined you toward the former and away from the latter.  Education is good; immersing ourselves in a work of art: good; prayer is good; meditation’s good; a frank talk with a dear friend;  establishing ourselves in some kind of spiritual tradition – recognizing that there have been countless really smart people before us who have asked these same questions and left behind answers for us.
Because kindness, it turns out, is hard – it starts out all rainbows and puppy dogs, and expands to include…well, everything.
One thing in our favor:  some of this “becoming kinder” happens naturally, with age.  It might be a simple matter of attrition:  as we get older, we come to see how useless it is to be selfish – how illogical, really.  We come to love other people and are thereby counter-instructed in our own centrality.  We get our butts kicked by real life, and people come to our defense, and help us, and we learn that we’re not separate, and don’t want to be.  We see people near and dear to us dropping away, and are gradually convinced that maybe we too will drop away (someday, a long time from now).  Most people, as they age, become less selfish and more loving.  I think this is true.  The great Syracuse poet, Hayden Carruth, said, in a poem written near the end of his life, that he was “mostly Love, now.”
And so, a prediction, and my heartfelt wish for you: as you get older, your self will diminish and you will grow in love.  YOU will gradually be replaced by LOVE.   If you have kids, that will be a huge moment in your process of self-diminishment.  You really won’t care what happens to YOU, as long as they benefit.  That’s one reason your parents are so proud and happy today.  One of their fondest dreams has come true: you have accomplished something difficult and tangible that has enlarged you as a person and will make your life better, from here on in, forever.
Congratulations, by the way.
When young, we’re anxious – understandably – to find out if we’ve got what it takes.  Can we succeed?  Can we build a viable life for ourselves?  But you – in particular you, of this generation – may have noticed a certain cyclical quality to ambition.  You do well in high-school, in hopes of getting into a good college, so you can do well in the good college, in the hopes of getting a good job, so you can do well in the good job so you can….
And this is actually O.K.  If we’re going to become kinder, that process has to include taking ourselves seriously – as doers, as accomplishers, as dreamers.  We have to do that, to be our best selves.
Still, accomplishment is unreliable.  “Succeeding,” whatever that might mean to you, is hard, and the need to do so constantly renews itself (success is like a mountain that keeps growing ahead of you as you hike it), and there’s the very real danger that “succeeding” will take up your whole life, while the big questions go untended.
So, quick, end-of-speech advice: Since, according to me, your life is going to be a gradual process of becoming kinder and more loving: Hurry up.  Speed it along.  Start right now.  There’s a confusion in each of us, a sickness, really: selfishness.  But there’s also a cure.  So be a good and proactive and even somewhat desperate patient on your own behalf – seek out the most efficacious anti-selfishness medicines, energetically, for the rest of your life.
Do all the other things, the ambitious things – travel, get rich, get famous, innovate, lead, fall in love, make and lose fortunes, swim naked in wild jungle rivers (after first having it tested for monkey poop) – but as you do, to the extent that you can, err in the direction of kindness.  Do those things that incline you toward the big questions, and avoid the things that would reduce you and make you trivial.  That luminous part of you that exists beyond personality – your soul, if you will – is as bright and shining as any that has ever been.  Bright as Shakespeare’s, bright as Gandhi’s, bright as Mother Theresa’s.  Clear away everything that keeps you separate from this secret luminous place.  Believe it exists, come to know it better, nurture it, share its fruits tirelessly.
And someday, in 80 years, when you’re 100, and I’m 134, and we’re both so kind and loving we’re nearly unbearable, drop me a line, let me know how your life has been.  I hope you will say: It has been so wonderful.
Congratulations, Class of 2013.
I wish you great happiness, all the luck in the world, and a beautiful summer.
 The New York Times / Magazine / Published: July 31, 2013

.         .         .
Got to read it thanks to a tweet linked to an article written by Joel Lovell.
Hope you enjoyed it.

sábado, 16 de febrero de 2013

Sin sacrificios.

La sociedad se ha convertido en una constante búsqueda del bienestar personal, lo que no es enteramente despreciable mientras se tome en cuenta el bien común... pero muy importante, mientras se tenga pendiente que no siempre se puede ganar o que ganar no siempre significa ganar; es precisamente ahí donde radica el problema, estos días, nadie quiere sacrificarse. 

Ese siempre querer ganar, ese no permitir nunca derrotas o salir algo perjudicado... podría sonar como una buena modalidad de vida, como la manera más efectiva de permanecer a flote en el mundo actual; aunque en realidad, me parece totalmente despreciable.

Admito no saber cuál es la mejor manera de responder ante este tipo de personas que simplemente esperan que o te rindas fácilmente ante sus deseos o que pelees y al final termines "perdiendo" (sabiendo que en realidad solo ellos pierden, en esa búsqueda de total comodidad) o siendo tu el "beneficiado". Pensar que es beneficio trabajar menos, hacer menos, tener más tiempo para derrochar en tus quehaceres personales, es de mediocres.

Si las personas dejaran de buscar formas de acomodarse y empezaran a cumplir con sus funciones, el mundo fuera un mejor lugar para vivir, las cosas funcionaran como deberían funcionar, todos tendrían la oportunidad de vivir vidas saludables. Lamentablemente al escribir esto, me doy cuenta de lo utópico de este deseo... ya ni en los puestos más demandantes existen personas con la suficiente moral, educación y voluntad para hacer lo que debe hacerse... todo el mundo busca la vida fácil.

El tema sinceramente me deprime, no es gracioso ver como una sociedad se consume en la estupidez, la vagancia, la mediocridad y el desinterés.  Debes luchar contra ti mismo cada día, contra esas ganas de acomodar estos bajos valores... pelea por ser una mejor persona y prevalecer ante esta actitud que corroe el fino soporte en que se sustenta lo que queda de este circo ya corto en gracia.

No dejes espacio a la mediocridad. 

martes, 22 de enero de 2013

The Masquerade.

"Sometimes it's too late when you come to realize you built the sand castle too close to the shore" -V.

I've been thinking about throwing a party, a party like no one have seen before... nothing fancy really, just the conventional Masquerade that goes on day by day around the place without even being organized. A conventional masquerade with a Twist ---> The mask will be your face, for a change. 

It's hard to face an unknown crowd, an unknown crowd of people that "know" each other. The people you spend time with, the people you share moments with, the people you work with, the people you grew up with, the people you livwith... 

Sometimes you perceive some thought as negative in a moment of absurd joy (those are good ones), but sometimes you're sober -let's say sober to make it clearer- enough to realize that "negative" thought is just reality. Like Dr. Gregory House from House, MD when he says -as confident as he could be- that Everybody Lies.

Surreal to face the fact that Everybody Lies, stupid to ignore that it is a fact. 

Extracted from: ArtsyHome: Photography for sale. http://www.artsyhome.com/product/golden-masquerade

"And in the end, What will you use to cover the cover-up?" - V.

martes, 8 de enero de 2013

Chimpancé.

"No se hacer trucos, solo tengo unos cuantos talentos, como todo el mundo". -Vera.

Era un día hermoso, soleado, lleno de infinitas posibilidades; sin embargo para Harriet, una dedicada estudiante de derecho y recepcionista de medio tiempo en una firma de abogados, era un día más de trabajo... un gris y agotador día más de trabajo. Con cada día que pasaba Harriet se llenaba de dudas acerca de su decisión de vida, se preguntaba si realmente era feliz o si fingía serlo; en el fondo, su mayor anhelo era volver a ser niña y no tener que lidiar con las responsabilidades de su actual realidad.  

El trayecto a la firma hoy se hacía más largo y tedioso que nunca, el embotellamiento enfrente parecía infinito y el viejo auto de su padre definitivamente no hacía el viaje más placentero. Mientras los autos de enfrente se movían apenas centímetros, Harriet se quejaba en voz alta de todas las mañas y dificultades que tenía el viejo auto, no pensando nunca que este era el único medio para llegar todos los días al lugar al cual fuera requerida. 

Harriet sacó su tablet y se dispuso a avanzar un poco el trabajo que la aguardaba al llegar a su destino, sin embargo se sintió tentada por un vídeo desplegado en su muro de Facebook. El vídeo había sido posteado por un amigo, este añadió que era parte de un experimento pero que le explicaría después en qué consistía todo. Por un momento la curiosidad de Harriet pudo más que sus ansías laborales y se dispuso a mirar. El vídeo consistía en un chimpancé saltando de un árbol a otro y haciendo bobadas, muy talentoso en este arte por cierto, ya que Harriet cambió por carcajadas todos los problemas filosóficos y agobios de su vida durante 4 minutos con 10 segundos. Sin poder contenerse, tomó su teléfono móvil y marcó a Gabriel, necesitaba saber la razón de este absurdo pero gracioso vídeo. 

Antes de poder tan siquiera formular la pregunta, Gabriel contestaba lo siguiente:
"Durante 4 minutos con 10 segundos, no estuviste viendo a un chimpancé saltando de un árbol a otro y haciendo bobadas, veías a un grupo de abejas trabajando arduamente y a un juguetón chimpancé intentando derribar su colmena; sin embargo, sólo prestaste atención a lo que necesitabas ver en un momento de estrés, al factor relajante, a lo que parecía gracioso, a lo que te haría sentir mejor por un rato..."

P.S Sí, Harriet cargó el vídeo una y otra vez en ese momento, allí pudo notar lo que de verdad ocurría; sin embargo en otro momento de estrés, la historia era la misma.  

El experimento: Cuando te encuentras en una posición de profunda presión, cargado de trabajo y problemas, no buscas más de lo mismo... y aún cuando esas abejas te están ayudando, te cae más en gracia el chimpancé juguetón, quizás porque quisieras ser él, quizás porque sin duda relaja un poco el ambiente de tensión, quizás porque simplemente te recuerda quién eras una vez, antes de tener todas las responsabilidades que hoy tienes. 

Que si es una actitud errónea ¿?, pues no veo el por qué, aunque se me haga difícil admitir. La situación es realmente injusta cuando eres la abeja, dando todo de si para pasar desapercibida ante unas cuantas bobadas. No es que la abeja quiera reconocimiento, la verdad trabajaría con o sin él, pero quizás le haga falta un poco más de consideración, ser tomada en cuenta. 

Pero mientras, quizás en este espacio es un poco utópico el deseo de la abeja, ojalá que no deje de ser quien es. 


Comentarios:

- Las comparaciones realizadas no pretenden denigrar a los adorables chimpancés, simplemente son el animalito más gracioso que cruzó por mi mente en el momento, pudo ser cualquiera. 

- ¡Gracias por tomarte tu tiempo y leer!. 

- Un abrazo. 


miércoles, 2 de enero de 2013

La persona X.


Todos somos desconocidos, aunque sea por un segundo, hasta que decidimos romper la barrera invisible que nos separa como individuos. 

Todo ser está dotado de una esencia única que nos diferencia de los demás, pero que nos hace parte del mundo y de una comunidad no limitada por fronteras. En una sociedad como la que vivimos hoy en día, ser extraños es en realidad un mecanismo de defensa. Tenemos que tratarnos como extraños porque es difícil y peligroso regalar trozos de confianza a cualquiera, porque existe la maldad, porque el mundo ya no es seguro.

Dicho y aceptado esto como verdad absoluta, hay que disputar esas excepciones que existen para toda regla. Hay espacios en donde todas estas barreras se rompen y no es posible ser más tan extraños: en las adversidades y en el delicado espacio de la Medicina. 

Este escrito va dedicado a todos los que trabajan en el ámbito médico, en el campo del cuidado ajeno, a todo el que está vivo y tiene contacto con otros seres humanos. Ningún ser humano puede conservar su calidad de extraño cuando está necesitado; ningún ser humano puede conservar su calidad de extraño cuando alguien lo necesita.  

Se hace difícil ignorar a quien necesita de ti, aún así parecemos hacerlo todo el tiempo, parece no afectarnos. 

En el caso de un médico interno, que trabaja arduamente en un ambiente inadecuado, el cual paga para hacer lo que hace -que a diferencia de los residentes, se fajan de gratis-, es fácil olvidar su propósito fundamental, que definitivamente no es salir del paso cuando se encuentra frente a un paciente. En el gran escenario de la vida, es mejor actuar de corazón y hacer las cosas bien, es mejor adentrarte en tu rol de humano antes que fingir estar fuera de la obra. El propósito fundamental es el de dar lo mejor de sí para ayudar a quien lo necesita, para devolver el bienestar a quien busca mejorar. Las personas no son personas X, no son extraños de los cuales no nos interesa conocer. Y no es que nazcan mejores amigos cada milésima de segundo, es simplemente que se vea al ser humano como eso, como un ser, no como un problema que debemos resolver... no deshumanizar un individuo. 

Cada vez que haces algo solo por salir del paso, ya sea porque estás cansado, porque sientes que no serás adecuadamente remunerado, porque dices que no vale la pena o simplemente porque no te parece lo suficientemente importante... Te restas valor a ti mismo, te restas respeto a ti y a tu oficio. Es mejor sumarse, es mejor dejar de si un poco en cada cosa que se haga, porque todo lo que haces es tu creación, sin importar lo pequeño que parezca. No hagas de nadie una persona X, no hagas de ti una persona X. 

sábado, 24 de noviembre de 2012

Blurry Silhouettes.

I've always consider myself as an individual and self-sufficient person; actually, that's one of the qualities I like the most about myself. However, and let's be very clear here, being self-sufficient and an individual person doesn't make you an  insensitive or uncaring person; those are totally different twenties. The two months I've been living at NYC have taught me that. 

It feels so extremely shocking to me the way people seem to live around here. Everyone's like wrapped up in their own bubble; bubbles made of ear-buds, headphones, cell-phones, iPods, Mp3s, books, kindles, nooks, iPads, etc, etc. I'm not saying it like a bad thing, music is an important part of our lives, as well as literature and it's great to see that not a single minute is being wasted... but... is it talking to some other human a waste of time?, maybe not talking, maybe just saying Hello, share a smile, be a little open, even maybe only making eye contact... for God sakes. I could not live this way.

We Dominicans may be whatever the world call us but we do have one thing: we're too damn familiar. That means we cannot go through life without being useful, friendly, open, not without sharing at least a smile, a joke, even some inappropriate comment..

So as I see it:

- INDIVIDUALITY not the same as INDIFFERENCE. 
- Other people are more, so much more than BLURRY SILHOUETTES.

sábado, 21 de enero de 2012

Desensibilizados.

Dentro de las ciencias médicas, desensibilizar es inducir en el cuerpo un estado de no respuesta ante cierto antígeno. En el día a día, cuando nos desensibilizamos, significa que nos hemos hecho prácticamente indiferentes a situaciones o actos que antes nos llamaban la atención, nos parecían increíbles o quizás -y más comúnmente- nos parecían fuera de lugar. 

Hace unos meses veía un documental relacionado a la psicología infantil, donde tomaron un grupo de niños y los pusieron a jugar vídeo-juegos por unas horas. La idea era probar la teoría de que los niños que jugaban vídeo-juegos con contenido violento estaban más desensibilizados ante actos violentos de la vida diaria e incluso estaban menos interesados en realizar acciones amables y de buena voluntad en relación a los niños que jugaban vídeo-juegos con contenido deportivo. Los resultados fueron increíbles, mientras eran entrevistados para lo que ellos creían era "una opinión sobre el vídeo-juego en cuestión", su actitud estaba siendo probada. El entrevistador golpeaba por accidente un recipiente con lápices y los mismos se derramaban por todo el suelo, siendo una realidad que la mayoría de los niños del primer grupo no se inmutaron ante la idea de ayudar al señor a recoger sus lápices, mientras que la mayor parte de los otros niños sí se ofrecieron a ayudar. Este estudio se ha replicado muchas veces, incluso realizándose en adultos, obteniendo respuestas similares y evidenciando la preocupación ante este hecho.

¿Por qué escribo sobre esto?, siendo ya un hecho que conozco desde hace unos meses y que es extremadamente comprobable, no debería esto llamar tanto mi atención como para compartirlo a estas alturas, ¿verdad?. La cuestión es que ayer, me llegó todo esto a la mente a causa de la reacción de una amiga mientras tomábamos una práctica en el hospital. Me encontraba observando un niño con parálisis cerebral mientras recibía terapia física, cuando se me acercó esa compañera con cara casi de terror y me dijo: "Vera, mira detrás de mi, mira a ese hombre... ¡¡viste que tiene los dos brazos llenos de tatuajes!!"... yo, sin mucho más que hacer, solo me quedé mirándola con cara de "Y qué importa?"... y ahí me dí cuenta, estaba desensibilizada a algo que ella no. 

Esta compañera de la que hablo no es asidua a los programas televisivos o a las películas, tampoco acostumbra a frecuentar lugares donde pueda encontrar este tipo de "arte corporal", es por esta razón que ante aquel hombre ella solo podía ver un "individuo lleno de tatuajes" cuando yo solo veía "un padre acompañando a su hijo a terapia". Entonces, esta es un arma de doble filo, la desensibilización. 

Cuando nos desensibilizamos de ciertas cosas podemos perder mucho o podemos ganar mucho, el secreto está en estar pendientes de qué es eso que estamos perdiendo. En el primer caso, se pierde la habilidad de reconocer actos de violencia o de sentir empatía por la situación de los demás, es el condicionarse a que no  importe nada, es perder humanidad. En el segundo caso, se pierden ciertos prejuicios que nos impiden ver a los demás más allá de lo obvio, más allá de lo a nosotros nos parece extraño y ajeno, se pierden motivos que alejan a las personas unas de otras. 

Te exhorto a que estés pendiente de qué estás perdiendo tú... de qué cosas te desensibiliza tu rutina diaria y quizás no te estás dando cuenta. ¡Ten cuidado con lo que estás perdiendo!, pero también ten pendiente que lo perdido se puede recuperar. 

"Ya somos indiferentes ante más de lo que podemos identificar... ya somos indiferentes ante la indiferencia misma." -Vera.




jueves, 1 de diciembre de 2011

Justicia, ¿quieres ser mi vecina?.

Somos diariamente cómplices de la mayor red de corrupción que existe. Somos diariamente sometidos a amenazas sin palabras o simplemente, como yo, abogamos a la indiferencia.

He abogado a la indiferencia porque siempre he creído en un mundo perfecto e utópico, el cual hoy conozco no existe. He abogado a la indiferencia porque en ese, mi mundo perfecto, nunca se me juzgaría por acciones ajenas a mi. 

Nunca he intentado sentirme ejemplo de perfección, mas sí he buscado ser ejemplo de bien a quienes me suceden. Y con bien, hablo de un conjunto de elementos a los que siempre he prestado discreta atención. Los que me conocen saben que quizás soy muy descuidada en ciertos aspectos, mas nunca en aquellos que siento me definen y que nadie puede alegar en contra. 

Desde que tengo memoria, he cuidado el ser honesta, cosa que muchos han podido a veces confundir con valores indeseables a causa de la demasiada honestidad que brindo; la cosa es que al final, no podría ser tildada de mentirosa. De la mano con la honestidad, he cuidado el ser clara y directa, nunca podrían decir que he callado cuando he querido hablar, o he transformado lo que he debido decir de cierta forma, que me he expresado con intenciones ocultas, que mis palabras no han descubierto lo que he deseado decir. 

Dejando unas que otras de lado, el valor que más he cuidado ha sido el de LA JUSTICIA. He abogado siempre por el que cada quien reciba lo que merece, a mi entender en un mundo perfecto, este sería el valor más PRIMORDIAL. Y antes que aplicarlo a cualquier otra persona, como nos creemos a veces jueces, he aplicado a mí misma severamente este valor. Nueva vez, el que me conoce, podría atestiguar de lo que severamente significa en mi diccionario personal... uno de esos que todos tenemos y que se ajusta perfectamente a nuestros principios.

JUSTICIA para mí es lo más importante. Y no aquello que hemos conocido como justicia, no la que nos muestran en los diarios o practican en las cortes legales, no aquella mentira barata que nos han pintado toda nuestra vida, no la que tantas veces hemos visto afectar inocentes. La defino como la pureza ulterior, la capacidad de conocer que alguien merece algo por encima de que te perjudique a ti u a otros, de que te convenga a ti u a otros, por el simple hecho de que esa persona se lo ha ganado y de que no puede ser de ninguna otra manera que así, esa persona merece aquello y es definitivo. Pues bien, es La Justicia secuaz de La Igualdad y enemiga del Comunismo, aunque pueda esto confundirlos. 

Podría seguir, y parecer a ustedes que además de alabarme les doy una clase de "El bien y el mal" o que han escuchado cientos de veces, mas esa no es la intención de este escrito. 

La intención de este escrito es ponerlos a pensar en los valores que han cultivado y cultivan ustedes, qué tantos de estos son constructivos, cuáles pueden ser admirables e imitables... no es que luches por ser un prototipo de perfección, ES QUE ESTÉS SATISFECHO CON LO QUE PROFESES y más que nada, que esa satisfacción provenga de hacerlo PÚBLICAMENTE, sin ocultar tu persona o pretender decir que ERES algo que destruyes con tus ACCIONES. Y es que lo triste sobre todo eso es que:

 TODO EL MUNDO SABE QUIEN ERES POR LO QUE HACES, 
NO POR LO QUE DICES SER.


En aquel mundo perfecto, todos serían como quisieran ser, pero así mismo todos serían responsables por su manera de ser... si fuera así, todos estaríamos rodeados de paz y no sintiendo que debemos modificar la conducta ajena para proteger nuestras reputaciones, reputaciones que solían ser personales y que ahora se venden en masas.

Si la justicia fuera mi vecina, no resentiría a quien me rodea por el hecho de ser como es, porque tendría por seguro que sus acciones no recaerían sobre mí, ni las mías sobre ellos... en mi mundo perfecto, el que hoy se no conoceré, todos se aman como son porque cada cual se hace responsable por ello.

domingo, 16 de octubre de 2011

Signe de la Paix ou V.

Reflexión sin muchas palabras... a su interpretación.

"Peace or Violence... We do not know the difference... We are at war with ourselves while looking for peace".

"Paix ou Violence... Nous ne savons pas la différence... Nous sommes en guerre avec nous-mêmes tandis nous cherchons la paix".

"Paz o Violencia... No conocemos la diferencia... Estamos en guerra contra nosotros mismo mientras buscamos la paz".


And without planning it, I'm called V.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Una palabra de peso.

Sin miedo, les aseguro que no voy a ponerme a escribir un rap o algo parecido, sin embargo, me nace escribir sobre un valor de los más elementales: El Respeto. De ese mismo que nos hablaban de pequeños, uno de los primeros valores que se nos forzó a escribir en nuestros cuadernos, quizás pensaron nuestros maestros que así no lo olvidaríamos.

Me parece que cuando Dios dijo "Amarás a tú prójimo como a tí mismo", la palabra respeto venía implícita en dicho mandato. Y es que si lo pensamos más a fondo, no hay amor sin respeto. Es tanto así, que me atrevería a decir que el amor responde al ¿qué tanto me respetas?... un truquito para dejar de deshojar margaritas.

Aclaro que no me refiero a ese "respeto" que muchos entienden como miedo, ni tampoco a ese que se vende al mejor postor y que por ende solo lo ganan aquellos con más poder o rango... no me refiero a nada de eso, que de hecho se aleja de la idea, en esos casos solo veo delirios de grandeza y carencia de ese respeto propio, respectivamente. 

¿Por qué enfatizar el respeto, cuando el amor va de la mano con muchísimos otros valores?. Va más allá,  más que conocer los límites y derechos de los demás, engloba al mismo tiempo la aceptación y el debate en todos los aspectos; el pensar, el sentir, el espacio a desarrollarse, las opiniones y esas paredes internas que todos pintamos con diferente color y estilo.

Siento que más ignorante que yo en este tema no puede haber, pero intento entenderme poco a poco. Cuando observo a una persona que amo, lo veo como un todo, lo que es y lo que es capaz de ser; usualmente lo que ha sido pierde relevancia. No miramos a una persona que amamos como miramos a cualquier desconocido, no vemos solo a esa persona frente a nosotros, podemos ver su esencia, su  capacidad, sus cualidades, su potencial, de repente es un conjunto de piezas conocidas resguardadas en un cofre de piel, tejido adiposo, músculos y huesos.

Pienso que el respeto tiene sus puntos sobre otros valores, al relacionarlos al amor... al igual que éste, se cultiva, se gana, se pierde...

No voy a cerrar esta entrada con conclusiones, me gustaría saber qué piensan ustedes...

lunes, 22 de agosto de 2011

Je vis pour elle.

Sin duda alguna la famosa canción escrita por Gatto Panceri "Vivo por ella", interpretada en español por Andrea Bocelli y Martha Sánchez, es una joya. Aún así, a veces no siento que le hace justicia a lo imprescindible de la música en las vidas de los amantes de la misma, como me considero yo.

Hoy logré delimitar la causa del sentimiento hueco almost nerve racking y desesperante que me ha estado agobiando estos últimos días, la ausencia de música. De cierta forma, mi única dosis de esta dulce y necesaria medicina se reducía a mis ratos/minutos de aquí a allá a la hora de tomar el volante. That's so freaking sad!


La cosa es que he vuelto a la vida, entre una terapia intensiva de "Old memories" ofrecida por el Dr. iTunes, asistido por el clínico y enciclopedista YouTube, confiándose en las destrezas y conocimientos del naturalista StereoMood...


StereoMood es una biblioteca musical encargada de enfatizar tus emociones y ponerles el soundtrack indicado, entonces tú, ¿cómo te sientes?. Así que les invito a que se den una vueltecita por allí y no olviden que la música es tan necesaria como la luz del sol, como el 21% de O2 en el aire, como la lluvia a la tierra... y cómo no serlo, si es claro que la música no es más que alimento para el alma, los sentidos y la imaginación...

Dime, ¿qué esperas?, ¡ponte una musiquita!

jueves, 18 de agosto de 2011

Be young. Be free. Be somebody.

Nice, huh?, es el lema de la película “Cemetery Junction”.  Es un filme del 2010 (sinceramente creí que era más viejo, pero bueno, no es el punto), con el que me topé ayer de casualidad en la televisión. Admito que no es el estilo de todo el mundo, es un drama salpicado generosamente de comedia, y  sin duda alguna, cargado de enseñanzas. 

Claro, primero debo advertirles que tiendo a interpretar las cosas a mi manera, extrayendo algún mensaje donde puede que para nadie más en este mundo lo haya… but who cares, mientras aprenda y comparta las buenas enseñanzas que pueda exprimir de lo que veo, leo y escucho… no creo que sea algo malo dar un poco de crédito a la imaginación, antes de tildarla de loca y ocurrente, espero estén de acuerdo =P.

Volviendo a la película, siento que muestra totalmente los dilemas de la juventud, de nuestra edad, donde buscamos ser aceptados por como somos y por eso nos mostramos sin máscaras, tiempo en el que nos vemos frente a la pregunta ¿Quién quiero ser/ Qué quiero ser en la vida?, de la cual derivan muchas más, como ¿A dónde quiero llegar?, ¿Qué debo hacer/ Qué debo sacrificar para lograrlo?, etc, etc, y un millón de etc más. (I know, I know... I might write too much about this particular subject).

Mientras se desarrolla la trama, podemos observar como afloran los deseos vida y de cambio en los personajes, algunos dirigidos hacia la formación de un mejor futuro, el cual parecen tener muy claro, otros buscan escapar de lo que siempre han conocido, expandir sus horizontes, encontrar algo nuevo, algo emocionante... al fin y al cabo, unos están dispuestos a sacrificar parte de quienes son, mientras que otros buscan precisamente no dejar de serlo. 

Aún me estoy quedando corta, muestra además como los personajes se van percatando de que quizás lo que creían querer, no es realmente lo que desean para si mismos; que está bien no tenerlo todo planeado, que nunca es tarde para conocerte un poco más, que tienes el poder en tus manos para moldear tu futuro... que a la hora de la verdad, tú y solo tú decides. Mientras que por otro lado, muestra la realidad de aquellas personas que se examinan en el transcurso de sus vidas, y llegan a estar contentas con sus logros o a la conclusión de que las cosas no salieron como esperaban... por ende se encuentran en la cúspide de lo que hacen y lo disfrutan o nunca llegaron a amarlo como un día creyeron que lo harían, se regocijan de su vida en familia y se sienten completos o han sido abandonados por sus seres queridos/ se sienten atrapados en un matrimonio monótono... haciéndose palpables los matices de realidad, con todo y sus trazas de resignación, conformismo, esperanza, empatía, reconciliación, sueños... 

En fin, me gustó mucho, si llegan a verla espero que la disfruten tanto como yo, que sin esperarlo (de verdad, creí que sería muy muy mala y me proponía solo a matar el tiempo), lo hice. Hasta la próxima entrada, hugs. 


jueves, 23 de junio de 2011

Presos de una decisión.

La inmadurez mental... es quizás la ventaja y desventaja más grande de un ser... tanto que aprender y crecer, y aún así, suma vulnerabilidad a la hora de tomar decisiones.

Tomamos decisiones a cada segundo, a veces no nos parecen muy relevantes o de impacto, pero al fin y al cabo y por más simple que sean, alteran nuestras vidas. Somos prueba viviente de que las decisiones más difíciles que hemos tomado, han sido en su mayoría a destiempo, a temprana edad, sin la preparación necesaria... ¿o quizás solo lo hemos creído/sentido así?.

Cada día nos hace más maduros, hoy me siento más sabia que ayer... ¿nos lleva esto a  pensar que en cierta ocasión pudimos haber decidido diferente?... claro que sí, es imposible evitar este tipo de pensamiento y es que  nos ayudan a darnos cuenta que nunca seremos lo suficientemente sabios o maduros, porque esto solo indicaría que no seguiremos creciendo... "Yo solo se que no se nada" - Sócrates.

El punto es no atascarnos en una decisión tomada ayer porque hoy no nos parece la más correcta... actúa para corregir tu hoy... sin lamentaciones.

domingo, 24 de abril de 2011

Cadena de Hechos

Un buen jugador, está consciente de que todo movimiento es decisivo, que todo movimiento por más insignificante que parezca es capaz de definir la trayectoria y resultados de la partida... por eso es cauteloso y considera la toma de decisión un arte. Un jugador se hace bueno en base a los errores y malas jugadas, se hace bueno cuando en vez de lamentarse por sus derrotas aprende de ellas y mejora... aprende que de su presente jugada dependen el resto, las del otro jugador como las propias... las posibilidades del juego son infinitas pero se van moldeando a los jugadores mientras más movimientos se realizan...Y se hace clara la similitud con la vida.

Somos conscientes de que nuestras acciones definen nuestro carácter y van dando forma a nuestro futuro, pero ¿te has detenido a pensar que tus acciones de una forma u otra también son capaces de definir y dar forma al futuro de los demás con quien compartes tablero?... es ciertamente imposible conocer de forma concreta la forma en la que afectamos o calamos en las decisiones y vida de otros, pero a veces sí podemos ser testigos o sí llegamos a ser conocedores de ciertos casos... hay que actuar con precaución.

Es difícil este "juego" llamado Vida, porque aún los que llevan años jugándolo suelen llamarse a si mismos "Amateurs"... qué nos dejan a nosotros los verdaderos Amateurs, los que hace apenas unos días dejamos de ser capaces de contar nuestros años con los dedos... cada quien a su propio ritmo, he escuchado, pero y qué cuando nuestro ritmo afecta la concentración y el juego de los demás... no es que basaremos nuestras vidas en nuestro entorno y dejaremos de enfocarnos en lo que queremos y en nosotros mismos, pero ¿no somos a veces algo descuidados?...

Siento que la vida es una cadena de hechos, una cadena ramificada de hechos, donde todo lo que decidimos hacer trae sus consecuencias y afecta de diferente manera el equilibrio de las cosas, de diferente manera a cada otro jugador, porque no todos responden del mismo modo a un mismo movimiento. Tampoco podemos olvidar el eco de nuestra acción en el actuar de los demás... el eco es tu porción, tu parte en ese hecho ajeno, producto de tu inicial contribución ( espero no estar confundiendo a nadie, ante cualquier duda --> preguntar ).

El eco es usualmente una buena referencia de cómo estás jugando... y bueno, les informo que las ondas sonoras son igual de dolorosas que cualquier golpe, dependen de su intensidad, y aunque no me refiera a un eco literalmente, pues aún puede ser lo bastante doloroso...

El punto es, la jugada perfecta no existe, pero una buena jugada toma en cuenta el propio juego y el juego ajeno... estoy aprendiendo a vivir, y este es solo un tip de una Amateur como cualquier otra, una que aprende de sus derrotas...

martes, 22 de febrero de 2011

I was here.

Y qué tal si desde ya empezamos a dejar marca...

Siempre imagino que mi futuro estará lleno de cosas maravillosas y que podré hacer cosas increíbles, que finalmente algún día seré capaz de hacer y lograr las cosas que me propongo y pararme orgullosa con la frente en alto porque hice algo bueno con mi vida...pero ¿qué más? ¿qué puedo decir que hago ahora para sentirme de ese modo en éste mismo momento?...Pues la verdad no mucho, me limito a luchar por ese futurístico futuro, y aunque es algo importante, se que puedo hacer mucho más que eso, porque fui puesta aquí para mucho más que eso...todos estamos aquí por mucho más que eso...

Así que te invito a que empecemos a dejar huellas, poco a poco, de un golpe, no importa...sólo Dios sabe donde estaremos en un rato, mañana, pasado...el tiempo, la vida, ambos son inciertos...así que ¡aprovéchalos! =)

I was here de Lady Antebellum me ha shakeado el world today ^_^
Dale una escuchadita,

sábado, 19 de febrero de 2011

Wear Sunscreen.

Agradecida de encontrarme con este video, es mi favorito desde ya...grandes enseñanzas...sobran las palabras, lo entenderán luego de verlo. ¡Gracias Dios! ♥