Rara vez sonríe la fortuna en dos vidas a la vez, de encontrarse en el momento preciso.
No es más que un breve destello de luz, quizás blanca o azul, lo que te permite ver todo tan claro. Tanto tiempo en una tormenta oscura, agobiante e incomprensible, basta un segundo para que todo se revele frente a ti, sombras toman forma.
Secretos tan simples que nunca estuvieron realmente ocultos; tesoros tan valiosos que nunca necesitaron ser enterrados. Afecto, atención, aprecio, respeto...
Algunas personas nos llegan a destiempo, así como otras se nos van a destiempo... ambas casos con derecho a etiqueta, la cual sin duda sería esa de Tragedia... ambas se pierden, se nos escapan entre los dedos, fuera de alcance...
Rara vez un relámpago te revela lo que has debido saber, lo que has debido sentir, a tiempo real... más frecuente que no el entendimiento suena más tarde, tarde pero seguro, nunca decepciona.
