miércoles, 23 de octubre de 2013

Situación migratoria en República Dominicana.

Aprecio la historia, aunque admito que nunca me ha apasionado en realidad, y es que no creo que deba regirse nuestra existencia por eventos pasados. Cada generación es pensante, cada generación se nutre de nuevos ideales, cada generación evoluciona de cierta forma en relación a la anterior. ¿Por qué parecemos nosotros retroceder en materia social?..

Hoy, después de tantos años de vivir en aparente comunidad, pretenden atarse "cabo sueltos" constitucionales que tienen décadas sin ser cumplidos. No me pintaré como experta o incluso muy conocedora de la materia, aún así siento que tengo derecho a formular una opinión. No todos entienden de qué se trata la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional (TC) Dominicano, así mismo no todos se han molestado en entender.

A diferencia de lo que piensan muchos, nadie se opone a que se cumplan las arcaicas leyes constitucionales.. lo que parece ilógico e injusto a muchos (incluyéndome) es la forma en la que se ha querido aplicar esta medida, después de décadas de venirse incumpliendo. Es realmente inhumano, no ya negar, sino quitar la nacionalidad a personas nacidas en territorio Dominicano desde hace años [que han realizado sus vidas en dicho territorio] porque sus padres se encuentran/encontraban "en tránsito" o de manera ilegal en el país en dicho momento.

La pizca de esperanza se pierde luego que la reunión con el Consejo Nacional de Migración no rinde reales frutos y se espera entonces conocer el susodicho plan para "Regularizar a los extranjeros" que será presentado en un plazo de no más de 60 días. Sobretodo es ahora cuando se pretende crear un Instituto Nacional de Migración, o sea que aparentemente nadie se ha encargado de estos asuntos en el país desde.. nunca.

Yo quiero creer que hay capacidad en nuestro país para idear y llegar a soluciones favorables para todos, que no será necesaria la intervención de organismos internacionales. Quiero creer que el alboroto será en vano porque nuestros gobernantes y consejales serán sensatos. Que se pierdan los sentimientos de no pertenencia y demos paso a una mentalidad más progresista, más empática. Poner orden no requiere de injusticias.

El orden inicia desde el hogar, queriendo decir que si invitas a tu casa a alguien esa persona probablemente copiará tu comportamiento, si nunca pusiste reglas no puedes esperar que se sigan. Los cambios se hacen de manera progresiva, ningún cambio repentino da resultados a la larga. Se requiere un poco de prudencia, no es una manada de vacas que se va a cambiar de pastizal, se trata de personas que quedan en un limbo migratorio.

Adoro mi país, pero también adoro las cosas bien hechas.

P.S
Una carta conmovedora que vale la pena compartir, pinta con claridad sentimientos que hoy reinan sobre todos los afectados por esta medida.