Trasfondo.

Es imposible escribir lo que no se siente...y aún sí es posible inspirarse en la nada, ya que guarda ésta sus secretos de por qué es nada, de ella puede escribir cualquiera; no se asimila la nada de una persona a la de otra porque tiene todo el mundo su nada personal.

El punto es que las palabras nunca podrán estar llenas de nada, aunque incluso el autor mismo no quiera hacerse consciente o no pueda hacerse consciente de lo que de él emana... todo tiene un trasfondo, no son solo un conjunto al azar de letras al viento... su sentido podrá ser efímero o podrá ser eterno, pero nunca podrá negarse que lo ha tenido y que en algún momento fuera ese sentido una realidad, quizás hoy muerta, hoy viva, hoy olvidada...

Y al buscar lo guardado, lo escondido, lo empolvado, puede que recuerdes todo aquello detrás de las palabras dichas, escritas, plasmadas de alguna forma en la memoria, para la historia...todo tiene un trasfondo, un algo no esconde un nada... y nada se hace o escribe sin acarrear un algo...