viernes, 10 de enero de 2014

Lo que esconde un corazón.

Porque en realidad los corazones son vastos, pudiendo alcanzar extensiones inimaginables..  
que aún aquellos que albergan enormes paraísos de hielo, siempre tienen espacio para un quizás.

"A veces, detrás de mil palabras, puede seguir una extensa bruma de nada", dijo un corazón, mientras tomaba asiento en aquella mesa algo asimétrica. Dándole la razón, un corazón en sus treinta y tantos decidió compartir "Y un 'nada más que decir', a veces, pierde el rastro cual inmenso océano en el horizonte". Todos asintieron.

Estas reuniones no eran frecuentes, sin embargo sí bien apreciadas por sus participantes. La oportunidad de expresarse abiertamente no se daba con cada salida o puesta del sol, aunque estaban conscientes que sí debiera. Habían olvidado hace tiempo el por qué expresarse era cuestión de puertas cerradas, en la oscuridad de una angosta habitación, en compañía de una mesa sin forma aparente. Pero ninguno se atrevió a traerlo a colación, cada oportunidad de hablar era aprovechada para descargar penas y dudas.

El breve silencio fue roto por el corazón más viejo, casi llegando el momento de marchar, "El tiempo es sabio, mas no yo. Quizás es cierto y quizás no, pero entre todos nosotros, el mundo cuenta con pocas historias de base.. varían los nombres, varía el escenario, varían las pinceladas que adornan el lienzo.. pero en esencia, nuestras almas se repiten aquí y allá, de vez en vez, sin que nos molestemos en darnos cuenta".

Todos sintieron la necesidad de conocerse, de saber si alguno presente escondía un reflejo sin espejo de una historia similar; mas sin molestarse en intentarlo, todos se levantaron y se fueron cuando el reloj marcó la hora pautada para acabar. "Hasta la próxima" dijo una voz, aquella única en conocimiento de que para algunos quizás no habría una dicha próxima.



"Tan diminutos y tan inmensos a la misma vez".

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