domingo, 21 de diciembre de 2014

Preguntas para dos.

¿Es imperativo, es regla no implícita que todo flujo torrencial de palabras debe secarse en algún momento?Es una pregunta que me ha nacido hacerme, aún en posesión del conocimiento cierto de que no encontraré respuesta. No encontraré más que un posible, más que una percepción personal ante dicha interrogante, que aún pudiendo ser válida a cualquiera en búsqueda de una auto-respuesta, no logrará en lo absoluto satisfacer mi mente. 

¿Qué cambia en el curso de aquel torrente, qué lo hace disminuir su flujo? Quizás su origen era de limitados recursos, tenía fecha de expiración, era un pozo de temas no renovables. O puede que por otro lado su origen sea inagotable, más se haya desviado el destino, el punto de interés. 

Definitivamente, éstas son preguntas para dos.

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