Palabras.. que, cual desesperados conjuntos de trazos o sonidos colapsando entre sí, intentan dar sentido a innumerables imposibles.
Somos simplemente generadores de palabras. Las aprendemos y las lanzamos al viento, su destino depende enteramente de quien las recibe. En un mundo sin receptores, las palabras serían inútiles.

Debemos cuidar de cerca lo que emitimos, pues su destino está en otras manos. Nuestras palabras se pierden, se esfuman en el viento todo el tiempo; y otras pocas veces logran refugiarse, encuentran asilo en otro cuerpo.. y con suerte, consiguen quizás vivir para siempre..
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