lunes, 18 de enero de 2010

Pausa.

Y llega un momento, en el que quisieras con cerrar tus ojos transportarte a otro universo, un espacio desierto, donde tus oídos sangren de tanto silencio, donde el vacío succione todos tus pensamientos, y así, sentir que nada pesa, que nada existe, que puedes descansar un segundo hasta volverlos a abrir, y encontrarte de nuevo en tu realidad, la que tanto amas, aunque a veces de ella quieras huir.

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